A fines de mayo, la capital de Oaxaca se convirtió en un espacio geográfico de lucha, protesta y resistencia de parte del magisterio oaxaqueño contra el gobierno de Ulises Ruiz quien los reprimió violentamente.
Las mujeres dentro del magisterio y de las colonias se mantenían en la lucha, armaban estrategias y participaban en las barricadas, por ello el 1 de agosto realizaron una gran marcha que bautizaron “La Marcha De las Cacerolas”, con sartenes, cacerolas y cucharas en mano.
Por ello cada año se recuerda y conmemora este día como “el Día de las mujeres Oaxaqueñas” al mismo tiempo para reivindicar y visibilizar la participación de las mujeres en este movimiento popular.
